De eso hacen 75 años…

Eran las 8:15 de la mañana del lunes 6 de agosto de 1945 cuando Little Boy fue lanzada para que 55 segundos después estallara generando la mayor explosión que hasta ese momento se había sentido en el planeta, produciendo una bola de fuego que superó el millón de grados Celsius y que era la más poderosa desde que el planeta había sido alcanzada por el objeto del espacio exterior que acabó con la vida de los dinosaurios.

Los vidrios de los edificios ubicados a 16 kilómetros a la redonda estallaron y se sintió la detonación hasta los 59 kilómetros a la redonda.  La radio dejo de emitir inexplicablemente desde la ciudad, intentando llamadas por otras líneas telefónicas sin éxito. El ferrocarril tardó varios minutos en darse cuenta que la línea telegráfica se había cortado hacia todas las áreas desde donde proseguía desde Hiroshima.  Recibirían luego mensajes telegráficos de poblaciones cercanas que informaron de una extraña pero muy poderosa explosión, un destello inmenso y un hongo de humo que nunca se había visto.

Tres horas después llegó el primer avión militar, enviado precisamente para tratar de averiguar qué había sucedido en la ciudad, que no había sido amenazada de bombardeos y en la que no se podía explicar un silencio tan repentino.  Su visión fue de una enorme masa de humo a lo lejos y de una ciudad totalmente destruida en un área enorme.  Este reporte permitió el inicio del operativo de auxilio que luego llegaría y evaluaría el daño real ocasionado.

A la misma hora en La Paz, en las inmediaciones de la Av. Montes y la Plaza Peres Velasco se agrupaban y se organizaban centenares de personas, funcionarios públicos nacionales y municipales, empleados de empresas y fábricas y otros tantos espectadores que se aprestaban a protagonizar el desfile de antorchas en homenaje a una nueva efemérides de Bolivia, que iba a comenzar a las 8 de la noche.

En la Radio Municipal se transmitía la Audición de Gala de la Escuela de Huérfanos de Guerra “Illimani” y se decidía en las calles comerciales el concurso de vitrinas con alegorías al aniversario patrio.

Desde las 8 y media de la noche se iniciarían las verbenas populares en varias zonas de la ciudad, la retreta de gala de las bandas militares en el Prado paceño y la quema de fuegos pirotécnicos.

Entre las 9 y 10 de la noche se establecería una cadena nacional radial para la transmisión de un programa especial en honor de la Patria, denominado la “Hora Nacional”.  El día iba a terminar con el Gran Baile Social del Club Árabe, en su sede el Prado y con otra fiesta bailable en el “Luna Park” ubicado en la esquina de las calles Colón y Ballivián amenizado este por la monumental Orquesta Barrionuevo y por el debut en el país del conocido saxofonista Aquilino.

El mundo no se enteraría de lo que había sucedido sino hasta dieciséis horas después, cuando el Presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, anunció que ante la negativa de Japón de terminar la guerra y rendirse, pese a las amenazas de destruir varias ciudades con sendos bombardeos convencionales, se había utilizado por primera vez en la historia de la humanidad la energía atómica, una bomba “que deriva su fuerza del poder básico del universo”

Ese poder asesinó inmediatamente a más de 70 mil personas y más del doble como efectos posteriores.

Mientras Truman hablaba se celebraba el Te Deum en la Catedral de La Paz y se celebrarían los actos protocolares en las siguientes horas.

El Día Patrio los periódicos no reflejaban todavía ninguna noticia al respecto de la destrucción de Hiroshima. Recién el 8 de agosto se comenzarían a emitir boletines informativos sobre ella y sus efectos que se publicaron el jueves 9 de agosto en El Diario y La Razón, justamente el día en el que la segunda iba a estallar en la ciudad de Nagasaki. 

Eran aun momentos tranquilos en el país, pero iban a transcurrir menos de un año hasta que se produjo el sacrificio del Presidente Villarroel en esta misma ciudad que celebraba cívicamente un año más de historia del país, mientras miles lloraban a sus muertos al otro lado del planeta y el mundo entero se había quedado paralogizado la primera vez que se había usado un poder nunca antes visto.

Javier Zárate Taborga

Escrito en agosto de 2015 y publicado originalmente en un blog fallido del autor.

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