



Soy un creyente absoluto de los procesos electorales que normalmente se consideran como el día político por antonomasia. Sin embargo, soy un pleno convencido de que el día político pleno es el que debía celebrarse hoy.
El Día del Peatón, esa jornada en la que todas nosotras y nosotros salimos a la calle, caminamos por las calzadas, nos imponemos en ese espacio vedado habitualmente para el viandante, ese espacio en el que la máquina, normalmente egoísta, desplaza a la persona, aunque estén conducidas por personas, que transformadas en una prolongación del no pensar de la máquina, se comportan como menos persona.
La anormalidad de este año nos quitó mi ejercicio político más feliz. A tener la esperanza de vivirlo y disfrutarlo después de una nueva vuelta al sol.
Javier Zárate Taborga
Escrito un Día del Peatón sin Día del Peatón del 2020